Dirigida por el micólogo oscense Antonio Palazón, el pasado domingo 12 de noviembre se realizó la VII Jornada Micológica que organiza el Colegio oficial de Veterinarios de Huesca. El lugar de recogida fue el puerto del Monrepós y la Ermita de la Magdalena en Huesca.
La principal "norma" que se siguió, por consejo del experto, fue la de recolectar las setas enteras, extraídas del sustrato con todas sus partes organolépticas, para que la posterior identificación fuera precisa y correcta, ya que existe el error muy extendido de cortar con los ejemplares y acudir a los lugares de información con setas decapitadas. Esto dificultaría enormemente su identificación, ya que en los pies hay importantes características que se pueden quedar en el sustrato.
El micólogo hizo también hincapié en la importancia del gusto y el olfato a la hora de identificar correctamente muchos taxones. Olores tan comunes como el del anís, harina, patata cruda, almendras amargas... y un sin fin de ellos hacen que podamos diferenciar muy bien algunas especies. Y los sabores también nos darán pistas muy importantes.
Tras una fructífera mañana de recolección a pesar del malísimo año micológico, llegó el momento de conocer las especies que se habían recolectado y hacer una puesta en común para saber cuáles eran comestibles, sin valor, tóxicas o muy toxicas, incluso mortales.
Las especies recolectadas y analizadas fueron: