El pasado sábado 7 de octubre el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Ciudad Real homenajeó a su Patrón San Francisco de Asís con un acto institucional en su sede colegial y una comida de hermandad que se celebró a continuación en el restaurante La Casona de Ciudad Real.
A dichos actos asistieron el Subdelegado del Gobierno en la provincia de Ciudad Real, Juan José Jiménez Prieto, el Director Provincial de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Francisco Pérez Alonso, el Director Provincial de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, Francisco José García Sánchez, el Teniente Coronel de la Comandancia de la Guardia Civil en Ciudad Real, Humberto Urruchi Barrio, el presidente del Consejo Autonómico de Colegios de Médicos de Castilla-La Mancha, José Molina Cabildo y el presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Ciudad Real, Carlos Tirado Tirado.
Abrió el acto el presidente del Colegio de Ciudad Real, José Ramón Caballero de la Calle, destacando el importante papel sanitario de los veterinarios: “La profesión veterinaria, por su formación académica y trayectoria científico-técnica, debe ser garante y referente de la sanidad y del bienestar animal ante la ciudadanía y la Administración. Pero también responsable de la salud humana”.
Caballero de la Calle manifestó que la actuación veterinaria abarca todos los aspectos relacionados con la producción animal, “desde la granja hasta el plato, sin olvidar en ningún momento el bienestar de los animales y la protección del medio ambiente”.
En su opinión, el sentimiento “animalista” está implantándose de manera progresiva en la sociedad, a veces de forma equivocada, desembocando en determinadas actitudes personales como el antropomorfismo de la mascota, la biofilia o los cambios en los hábitos de consumo. “Es importante establecer los criterios que diferencian el bienestar animal de la protección animal”, añadió.
Finalmente hizo un llamamiento a las autoridades y a la sociedad para que valore la labor preventiva de nuestros profesionales y piense como sería la salud pública si no existiera la profesión veterinaria. “La baja percepción de riesgo existente en la población ante la convivencia estrecha con los animales o el consumo de sus productos se debe en gran manera a la vigilancia de un veterinario”.
A continuación, José Agustín Blanco Redondo, veterinario funcionario de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Valdepeñas, leyó a los asistentes La encrucijada de sus mejillas, un relato premiado en el Concurso Internacional de Guardo (Palencia).
Por último, se reconoció la trayectoria profesional de once compañeros que llevan 25 años colegiados en el ICOV de Ciudad Real, y se dio la bienvenida a los nuevos colegiados. También se rindió homenaje a aquellos que han dado prestigio a la profesión hasta el día de su jubilación, como Inocente Ciudad Cantero, Jesús Ciudad Castillo y José Fernandez-Vázquez Maeso.