Muchas sociedades protectoras de animales realizan tareas como la recogida, cuidado, castración y vacunación de animales callejeros, etc. En varios países se viene denunciando que algunas protectoras realizan actividades contrarias a la buena praxis profesional. La FVE está elaborado directrices para que este tipo servicios se realicen con las garantías necesarias.
Durante el año 2016 el colegio Oficial de Veterinarios de Alicante recibió múltiples denuncias relacionadas con una serie de hechos acaecidos en diversos municipios de la provincia relacionados con campañas de esterilización de gatos callejeros, organizadas por una asociación de protección animal alemana, en las que supuestamente habrían participado algunos veterinarios de este país. Dichas actuaciones se realizaron sin observar las medidas básicas de bienestar animal y protección de los riesgos derivados de una intervención quirúrgica, incumpliendo las más elementales medidas de buenas practicas profesionales e ignorando los requisitos legales para el ejercicio de la profesión veterinaria. Esta violación de las normas profesionales han revelado un manifiesto desprecio por el bienestar de los animales, sometidos a riesgos sanitarios y sufrimientos innecesarios, rayando el maltrato animal.
De estos hechos el Colegio dio debida cuenta a las autoridades competentes, entre ellas SEPRONA, autoridades autonómicas y corporaciones locales, al objeto de que se tomaran las medidas de vigilancia adecuadas para detectar y combatir estas prácticas. Al mismo tiempo, y de acuerdo con sus competencias, el Colegio emprendió las acciones judiciales oportunas.
La Organización Colegial Veterinaria Española, por su parte, remitió toda la documentación disponible a la FVE, solicitando la toma de las medidas adecuadas al objeto de evitar la repetición de este tipo de actuaciones. Asimismo, comunicó los hechos a la organización colegial veterinaria alemana para que investigase el asunto y ejerciese las medidas disciplinarias pertinentes en relación con los profesionales que pudieran estar implicados en estas intervenciones.
Desde hace tiempo diferentes organizaciones profesionales veterinarias vienen advirtiendo que en diversos países, sobre todo del sur y este de Europa, algunas sociedades protectoras de animales procedentes de otros países han propiciado este tipo de malas prácticas de forma reiterada. La novedad del caso de Alicante es que, por vez primera, se ha conseguido reunir una gran cantidad de documentación gráfica, que demuestra de forma irrefutable el incumplimiento, entre otras, de la normativa vigente en materia de reconocimiento de cualificaciones, de la legislación del medicamento veterinario y de los reglamentos reguladores del ejercicio profesional.
Otro hecho diferenciador del caso que nos ocupa es que a través de la FVE la información disponible ha circulado y se ha analizado en los más relevantes ámbitos profesionales europeos: Asamblea General de la FVE, Asamblea General de la Federación Europea de Veterinarios de Animales de Compañía (FECAVA), Asamblea General de la Asociación Europea de Establecimientos de Educación Veterinaria en Europa (EAEVE), Organismo Veterinario Estatutario de Alemania (BTK) ...
Documento FVE
Una vez debatido el asunto, la Junta Ejecutiva de la FVE encomendó al grupo de trabajo sobre bienestar animal y al grupo de trabajo sobre organismos veterinarios estatutarios que estudiasen de forma coordinada y en profundidad el tema. El documento resultante de estos trabajos es un listado de comprobación en el que se detallan las principales consideraciones legales, éticas y profesionales que tanto veterinarios como asociaciones de protección de los animales deben cumplir antes de iniciar un trabajo de voluntariado de este tipo en otro país, con el objetivo de garantizar un ejercicio profesional de calidad y una protección adecuada de los voluntarios.
En el documento se hace una relación de las condiciones que deben cumplir las asociaciones protectoras: estatus legal; transparencia y situación financiera; planificación de sus proyectos; colaboración con las autoridades y los profesionales de otros países; contratación preferente de profesionales locales; respeto de la legislación laboral del país; cumplimiento de las buenas prácticas veterinarias; proteger a los voluntarios de posibles riesgos; proveer a los voluntarios con seguro de viaje y seguro de responsabilidad profesional; informar a los voluntarios de las tareas a realizar; trabajar con asociaciones locales fiables etc.
Respecto al veterinario que quiere colaborar con una protectora prestando sus servicios en otro país, se le pide que considere los siguientes aspectos: comprobar la legalidad, fiabilidad y respetabilidad de la protectora; requisitos para ejercer legalmente la profesión en el país de destino, respetando los códigos de buenas prácticas; conocer de antemano las tareas a realizar; disponibilidad para trabajar con los colegas del país de destino; conocer los posibles riesgos que puede encontrarse; disponer de seguro de viaje y de responsabilidad profesional; conocer los medicamentos veterinarios que puede utilizar en el país de destino; sopesar si el trabajo a desarrollar va a tener un impacto real y sostenible para la comunidad local.
La Junta Directiva de la FVE ya ha dado el visto bueno a este documento, que se ha remitido a todas las asociaciones miembros de la FVE, para que una vez revisado realicen las observaciones y comentarios que estimen oportunos. Una vez finalizado este proceso el documento resultante será presentado a la próxima Asamblea General de la FVE para su aprobación definitiva.