“Uno no se jubila de ser veterinario, y además estoy convencido de que la mayoría de nosotros volveríamos a ser lo mismo”. Con estas palabras abrió Felipe Vilas la asamblea general de la Asociación Nacional de Veterinarios Jubilados el 8 de junio y a la que asistió medio centenar de asociados procedentes de distintas regiones.
El presidente del Colegio de Madrid y vocal del Consejo General dio a continuación unas pinceladas sobre la profesión, de la que aseguró haber conseguido una valoración científica y social que antaño no tuvo. “Vuestro trabajo –dijo- lo ha permitido”. El reconocimiento del que goza, además de las aportaciones en materia de salud pública y producción animal, tiene que ver con el creciente mundo de los animales de compañía, en el que trabajan la mitad de los veterinarios. “Somos la profesión europea con más Facultades y más número de egresados cada año, añadió Vilas, y aunque no tenemos mucho paro eso sí produce precariedad laboral. Y por delante se abre el reto del bienestar animal, una demanda de la sociedad ante el que tenemos que tomar posiciones. Si ese campo no lo ocupamos nosotros –concluyó- otros lo harán”.
Miguel Ruiz Pérez, pionero en el campo de los animales de compañía, fundador de la primera clínica veterinaria (Mediterráneo) y recién galardonado por IFEMA por su trayectoria profesional, desarrolló a continuación una charla con el título “Mascotas: rehabilitación”, que se cerró con un coloquio entre los asistentes.
Miguel Ruiz Pérez (a su lado, Francesc Monnè), durante la charla-coloquio.
El tesorero de la ANVJ, José Luis del Pozo, dio cuenta sobre el estado de ingresos y gastos. La fuente principal de financiación es el Consejo General y los Colegios provinciales. Algunos, como los de Barcelona y Madrid, realizan una generosa aportación; otros, por el contrario, no colaboran. La Junta Directiva trabaja para conseguir que todos aporten 150 euros al año.
Pelayo Jiménez, presidente de la ANVJ, informó sobre las actividades realizadas a lo largo del año, entre las que destacó la estancia de cinco días en San Juan (Alicante), y adelantó un programa de actuaciones para los próximos meses en distintos colegios provinciales (Barcelona, Madrid, Navarra y Toledo). Uno de las aspiraciones de la asociación es que haya un representante de los jubilados en cada Junta de Colegio o, como mínimo, en cada Consejo autonómico.
En el capítulo de ruegos y preguntas se puso de manifiesta que por el hecho de jubilarse se pasa automáticamente a pertenecer a la asociación, se esté o no colegiado.
Por último, la dirección de la ANVJ reiteró su interés en tener el email de todos los jubilados para agilizar las comunicaciones. La dirección de correo electrónico de la asociación es anvj@colvet.es
Asistió a la asamblea general, que se celebró en la sede del Consejo General, medio centenar de veterinarios y, como ya es habitual, representantes de la Asociación de Esposas de Veterinarios.