El presidente del Colegio de Veterinarios de Badajoz, José Marín Sánchez Murillo, y el veterinario de Salud Pública en el Centro de Salud Urbano I de Mérida, Eulogio González González, presentaron el 7 de mayo el libro “Los Servicios Veterinarios Oficiales de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud”.
El libro recoge las ponencias desarrolladas en el curso celebrado en mayo del año pasado en la sede del Colegio sobre las funciones que desempeñan los veterinarios oficiales de Salud Pública en aquella región. Dicho curso, inaugurado por la directora general de Salud Pública, Pilar Guijarro, fue reconocido de interés sanitario por la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales de la Junta de Extremadura y acreditado por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias del Sistema Nacional de Salud.
En esta publicación se desarrollan temas como la investigación y vigilancia epidemiológica, la seguridad alimentaria, la salud medioambiental, control de zoonosis, formación, educación para la salud y la Administración sanitaria.
El hecho de sacar a la luz dicho libro obedece a la “asignatura pendiente” que tiene la profesión veterinaria de no haber sido capaz de transmitir la importante labor que realizan los veterinarios de salud pública, algo que sí se ha conseguido en otras facetas como la salud animal.
Según explicó el presidente del Colegio, el consumidor debe saber que cuando toma algún alimento de origen animal, lo puede hacer con absoluta garantía porque ha pasado la correspondiente inspección veterinaria. La sociedad en general debe conocer que, diariamente, los veterinarios trabajan inspeccionado carnicerías, pescaderías, supermercados, cocinas hospitalarias y de restauración, así como mataderos. Son los responsables también de impedir la transmisión de zoonosis tan importantes como tuberculosis, triquinelosis, etc.
A estas funciones hay que añadir las que llevan a cabo en el control de plagas y de las enfermedades transmitidas por vectores (mosquitos, garrapatas, etc.), enfermedades que cada día cobran mayor importancia como consecuencia del cambio climático, globalización e inmigración, como ha ocurrido recientemente con el virus Zika o la enfermedad hemorrágica de Crimea Congo.