El Consejo de Colegios Profesionales de Veterinarios de Castilla-La Mancha celebró el 3 de junio una jornada formativa sobre medicamentos veterinarios con el objetivo de abordar su situación actual y dar pautas a sus profesionales para realizar una prescripción responsable en beneficio de la sanidad animal y de la salud pública.
Durante la inauguración de la jornada, a cargo del vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Toledo, Juan Julián García, y la directora general de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria de la Consejería de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Teresa Marín, tras agradecer la invitación del Consejo de Colegios, puso en valor la oportunidad de compartir con veterinarios de Castilla-La Mancha los retos que emanan del medicamento veterinario, entre ellos, la prescripción electrónica, conocimiento técnico y coordinación entre instituciones que lo regulan y quienes lo aplican. María Teresa Marín se comprometió y puso en valor la necesidad de “activar un grupo de trabajo para que los centros veterinarios sean considerados centros sanitarios”.
Retos en Castilla-La Mancha
La directora general subrayó como retos en Castilla-La Mancha el trabajo que se está realizando en el depósito de medicamentos en clínicas, entre otros, pero también “la urgente necesidad de coordinar el uso y la normalización del medicamento a través del Comité del Medicamento Veterinario Regional –sin prácticamente actividad-, en el que se hace necesaria la participación y colaboración de los distintos agentes, entre ellos los colegios veterinarios”.
También se manifestó respecto a la demanda reiterada de este Consejo de que los centros veterinarios sean catalogados como centros sanitarios, comprometiéndose a activar un grupo de trabajo que agilice este proceso.
El vicepresidente del Consejo, Juan Julián García, hizo importantes reflexiones contra las resistencias antimicrobianas, un reto de futuro en el punto de mira de la Comisión Europea, pues son la causa de unas 25.000 muertes al año en la UE y de 700.000 personas en todo el mundo. Si no se abordan problemas como estos relacionados con los medicamentos animales, la cifra puede aumentar a 10 millones en 2050. “Por todo ello, es necesario que exista una estrategia global para luchar contra este riesgo y otros que contengan líneas de actuación bien definidas”.
Estrategia
Entre las estrategias a seguir está la de regular la emisión de la receta veterinaria, diseñando un instrumento moderno y útil (la Plataforma de Prescripción Veterinaria Prescrivet, que impulsa la Organización Colegial Veterinaria de España en formato electrónico). “Estamos trabajando desde hace un año en impulsar la receta electrónica, incluso Toledo ha sido una de las provincias piloto en poner en marcha este proyecto”, matizó Juan Julián García. Con ello se consiguen avances como mantener la seguridad en almacenamiento de la documentación, ofrecer un marco legal que acredite el valor probatorio de los documentos generados y garantizar la trazabilidad y registro de operaciones desde que se realiza la receta hasta la aplicación del tratamiento.
Ponencias y mesa redonda
Durante la jornada, la jefa del Departamento de Medicamentos Veterinarios de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), Consuelo Rubio, analizó cuál es el punto en el que se encuentra la actualidad veterinaria a través del uso responsable de los medicamentos. También intervinieron en el curso formativo la jefa de Servicio de Evaluación de Calidad de Medicamentos Farmacológicos de la AEMPS, Carmen Villarrubia, la jefa de servicio de Evaluación de Inmunológicos, Rosario Bullido, el jefe de servicio de Farmacovigilancia, Defectos de Calidad y Comercio Exterior de Medicamentos, y la jefa de servicio de Coordinación Científica, Seguridad y Eficacia de la AEMPS.
La jornada, en la que participaron numerosos colegiados, finalizó con la intervención de los consejeros técnicos de la Agencia Española del Medicamento, Ramiro Casimiro y Manuel Ibarra, y del director del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, Bruno González.