El Colegio de Veterinarios de Sevilla organizó el pasado 10 de mayo un curso de capacitación para la Expedición de Declaraciones Veterinarias Responsables (DVRs) cuyos ponentes remarcaron la importancia de certificar sólo las especies animales y enfermedades en las que el veterinario esté especializado, y subrayaron la indiscutible autoridad que confiere al veterinario de explotación la emisión de una DVR de cara a la autorización de exportación a la UE o a países terceros de productos destinados al consumo humano.
Más de 80 veterinarios acudieron al curso de cuatro horas de formación específica obligatoria. Fue coordinado y moderado por el vicepresidente y el secretario del ICOV Sevilla, Fernando Caballos y Santiago Sánchez-Apellániz, respectivamente.
Las sesiones se abrieron con las intervenciones de Benito Gutiérrez y Manuel Fernández Morente, pertenecientes al Servicio de Sanidad Animal de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, quienes explicaron los detalles de la resolución de la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera, que delega en los veterinarios de ejercicio libre la facultad de certificar enfermedades animales en explotaciones ganaderas exigidas para la exportación de productos de origen animal.
Explicaron asimismo la normativa para la expedición de la Declaración de Veterinario Responsable (DVR), definida en punto 2.c del art. 3 del RD 993/2014, de 28 de noviembre, en el que se establece el procedimiento y los requisitos de la certificación veterinaria oficial. Para ello, destacó Benito Gutiérrez, el veterinario habilitado debe haber sido autorizado previamente por el titular de explotación para emitir DVRs.
Por su parte, Antonio Arenas, catedrático de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, realizó un recordatorio de la epidemiología básica y de las técnicas de diagnóstico más usuales, y destacó la relevancia de dejar constancia en la certificación de los posibles riesgos a los que está expuesta la explotación evaluada según la prevalencia de las distintas epidemias de la zona donde se inserte.
Igualmente insistió en que las atestaciones sanitarias (DVRs) deben hacer constar una “realidad epidemiológica” claramente observada y constatable sobre la situación sanitaria de la especie sobre la que se certifique, siguiendo el texto armonizado del Ministerio de Agricultura (MAPAMA). En el caso de enfermedades objeto de programas de control oficial se certificará según la información de las bases de datos oficiales; y en caso de que las enfermedades no estén incluidas en programas oficiales, se certificará en base a la información y conocimientos del veterinario respecto a la enfermedad, “que deberán ser suficientes para certificar sobre la misma”.
Cerró el programa Antonio López, asesor jurídico del Consejo Andaluz de Colegios de Veterinarios (CACV), quien se centró en aspectos de la responsabilidad profesional a la que están sujetos los veterinarios certificadores y explicó que es el Consejo quien autorizará a los veterinarios que puedan expedir tales DVRs. También explicó cómo cumplimentar DVRs e informó de que el Departamento Informático del CACV está programando una aplicación que permitirá rellenar y firmar online las Declaraciones Veterinarias Responsables.
La sesión suscitó un enorme interés y dudas entre los participantes, en especial relativas al grado de autoridad y responsabilidad para los veterinarios encargados en expedir dichas certificaciones.
El curso forma parte de los programados en todas las provincias andaluzas por el Consejo para la capacitación de veterinarios para la expedición de la certificación sanitaria de explotaciones ganaderas para exportaciones.