El que ejerciera como veterinario comarcal en los municipios de Guía de Isora, Adeje y Santiago del Teide en la Isla de Tenerife entre 1959 y 1990, Víctor Alfayate Martínez, natural de León pero con residencia desde su llegada a Tenerife en el municipio isorano y miembro de este Provincial con el número 13, ha sido nombrado el pasado 16 de septiembre Hijo Adoptivo de Guía de Isora (municipio tinerfeño ubicado en el suroeste de la isla), siéndole impuesta la medalla y entregado el pergamino acreditativo de manos del alcalde de la localidad durante la celebración de un acto público.
Con este acto, ese Ayuntamiento reconoce la labor durante muchos años del que fuera -además de veterinario comarcal- depositario municipal, representante de Sanidad y maestro en núcleos como Chío y Tejina de Isora.
En su discurso antes de imponer la medalla a Víctor Alfayate, el alcalde Pedro Martín indicó que se reconocía con ella el trabajo de una persona que fue muy importante en momentos difíciles para Guía de Isora recordando que fue “maestro de escuela cuando nadie quería venir a dar clase a este pueblo”. Definió al compañero Víctor Alfayate como una figura de especial relevancia en esa zona de la Isla, ya que además de veterinario que atendía sobre todo a la cabaña ganadera de la zona, desempeñó labores de servicio a la comunidad del sur de la Isla. El alcalde apuntó que nombrar Hijo Adoptivo a Víctor no era otra cosa que dar carta de naturaleza a algo que ha sido siempre: “un isorano del que el pueblo se ha sentido orgulloso”.
El homenajeado, visiblemente emocionado, agradeció la distinción del que ha sido su pueblo desde 1959, cuando se estableció en el municipio isorano, y recordó cómo uno de sus logros el que en su momento fuera el único matadero comarcal que se construyó en la región, que estuvo funcionando con sede en Guía de Isora hasta principios de los años 2000 y que en su momento prestó un importante servicio en el sur de la Isla.
Desde el Colegio de Veterinarios nos congratulamos especialmente de que tal distinción haya recaído en un compañero cuya labor va más allá de su papel como veterinario y trascendió en un servicio a la sociedad tan necesario en aquellos años.