El ICOVZ manifiesta su malestar por la filtración de un supuesto borrador de la futura Orden de Rabia del que no ha sido informado por parte de la DGA. En ningún momento la Administración ha solicitado la opinión técnica de los profesionales de la salud ni ha informado oficialmente de los supuestos cambios en la nueva orden.
Si estos cambios se produjeran, irían en la línea contraria a los
últimos cambios legislativos sobre esta materia llevados a cabo en otras CCAA, donde la vacunación antirrábica ha pasado de no ser obligatoria o de obligatoriedad bienal a obligatoriedad anual y ampliada al la especie felina y a los hurones.
El ICOVZ ya ha solicitado una reunión con el consejero y le ha hecho llegar el último informe técnico donde se describen los riesgos actuales y futuros de esta grave zoonosis y en el que se argumentan técnicamente los motivos por los cuales se recomienda seguir con la obligatoriedad anual. A la fecha de la redacción de este comunicado todavía no ha habido respuesta
a dicha solicitud.
Entre los riegos a los que nos enfrentamos están los siguientes:
-Aumento de la entrada de animales provenientes de los países del Este de Europa a causa del mercado ilegal de animales de compañía que no cumplen con los requisitos sanitarios respecto a la inmunización frente a la rabia.
-Aumento de casos de rabia en los países del norte de África, en concreto de Marruecos, donde la enfermedad es endémica, lo que unido al aumento de los movimientos de personas y animales nos sitúa en una zona geográfica de paso.
-Aún siendo obligatoria la vacunación anual, Aragón no llega a la tasa de inmunización del 70% recomendada por la OMS. En Aragón no se llega al 66% y baja a un 55% en el caso de los perros destinados a la caza. Cabe esperar un menor grado de cumplimiento si la obligatoriedad deja de ser anual.
-Los diferentes informes elaborados por inmunólogos ponen de manifiesto que hay un porcentaje de animales en los cuales la respuesta inmunitaria es baja o nula, debido a que pueden existir interferencias con los anticuerpos maternales, o por estar incubando otras enfermedades o recibiendo tratamientos concomitantes, los animales de tamaño grandes
generan menor inmunidad que los de razas pequeñas. Para estos animales es muy importante la llamada inmunidad de colectivo, que hace un colchón inmunológico que les protege a ellos y a los seres humanos de la enfermedad.
-A todo lo anterior hay que añadir un escaso control por parte de las administraciones del cumplimiento de la obligatoriedad de la vacunación.
-La tasa de vacunación antirrábica en el colectivo de los animales destinados a la caza ha ido disminuyendo año tras años. Hay que recordar que estos animales por su actividad están expuestos a riesgos mayores de entrar en contacto con la enfermedad y suelen ser de razas de mayor tamaño que producen menor respuesta inmunitaria.
El ICOVZ entiende que una decisión que afecta a la salud pública, y no solo a la salud de los animales, no debería ser tomada sin la consulta a los expertos y nunca debería ser motivada por presiones de colectivos con intereses únicamente económicos que no tienen en cuenta la salvaguarda de la salud pública.