El peso específico del sector se ha trasladado a la distribución y se aleja de productores y transformadores. La fluctuación en los precios pagados por litro de leche genera situaciones límite en los ganaderos y el cierre paulatino de explotaciones. Son dos de las principales conclusiones.
Ganaderos y veterinarios se reunieron en el Real Jardín Botánico de Madrid para participar en una jornada de debate organizada por Bayer en la que se analizó el momento actual y el futuro del sector del vacuno de leche.
Ambos colectivos alertaron de la delicada situación que atraviesa la producción lechera y trataron de dibujar soluciones futuras para aumentar la rentabilidad y competitividad de las explotaciones, y asegurar así la viabilidad de un sector de gran importancia en el conjunto de la actividad productiva de España.
“Nuestra voluntad es ofrecer una visión transversal del sector”, señaló en la presentación de la jornada Montserrat Tarancón, directora técnica veterinaria de Bayer y responsable de Marketing de la unidad Animal Health. Por ello, el foro se organizó el pasado 31 de marzo alrededor de tres debates temáticos conducidos por Pablo Rodríguez Pinilla, ingeniero agrónomo y responsable del programa “Onda Agraria” de Onda Cero. La primera sesión analizó los elementos que definen el sector actualmente y las claves que ayudarán a entender los próximos desafíos. La segunda parte se centró en el bienestar animal, la calidad de la leche y el papel de los veterinarios. La tercera puso de relieve la importancia del sector lácteo en España y el valor de la ganadería en el tejido productivo del país.
Análisis del sector y retos de futuro
En el primer debate participaron Jorge Santiso, del Área de Economía de la Universidad de Santiago de Compostela; Fernando Fernández, miembro de la Ejecutiva y portavoz autonómico para Galicia de la Organización de Productores de Leche (OPL); Antonio Casas García, gerente de Alba Ganaderos Sociedad Cooperativa Andaluza; y Manuel Carlón, subdirector de La Serrana Zarzalejo Sociedad Cooperativa.
Las diferentes intervenciones mostraron un alto grado de consenso a la hora de destacar dos elementos que definen el momento actual del sector de vacuno de leche. Por un lado, la poca estructuración del sector, en el que el primer eslabón, el ganadero, se encuentra en una situación de desequilibrio respecto al resto de la cadena productiva; y en segundo lugar, la volatilidad del precio de la leche, que está llevando al límite de la subsistencia a muchas explotaciones, con el agravante, según Jorge Santiso, de que no se dispone de herramientas útiles para rectificar la situación.
Por su parte, Antonio Casas destacó que el papel poco relevante de los ganaderos en la cadena de valor no tenía correspondencia con el enorme esfuerzo que las explotaciones han venido realizando en los últimos años por mejorar su productividad. Aspecto en el que incidió también Fernando Fernández, reclamando la necesidad de que los ganaderos participen en la industria al margen de seguir innovando de puertas hacia adentro y de buscar nuevos mercados de comercialización. Participar en el sector, según Santiso, pasa por poder actuar frente a la situación continuada de desequilibrio en el precio, gestionar la oferta y los excedentes de producción, y colaborar en la muy limitada capacidad empresarial para derivar leche a otros productos industriales. En este sentido, Manuel Carlón criticó que la implicación de los ganaderos en el sector que promueve la administración se limite a una gran gestión de documentación burocrática que aporta muy poco al rendimiento de las explotaciones, según su punto de vista, cuando muchas están en una situación de peligro de subsistencia y otra gran cantidad ya han desaparecido.
En cuanto a la gestión de los precios de la leche, una de las soluciones planteadas para afrontar esta situación, según Antonio Casas, pasa por crear una base sólida y solidaria desde la unidad de los ganaderos, y puso como ejemplo que en Andalucía el 98 por ciento de la leche está cooperativizada. Otro aspecto muy relevante en cuanto a la posible mejora del precio que cobran los ganaderos por su trabajo fue la exigencia de más rigor para dar valor y prioridad al origen de la leche. No obstante, hubo consenso a la hora de admitir que industria, administración y distribución no son quienes deben solucionar la situación de los ganaderos y que éstos deben adquirir conciencia de que las posibles salidas han partir de acciones propias.
El bienestar animal
En la segunda sesión participaron el doctorLuis Miguel Cebrián, presidente de la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (ANEMBE); el doctor Pol Llonch, investigador en el Departamento de Ciencia Animal y de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB); Francisco Sesto, veterinario especialista en Calidad de Leche, coordinador del Módulo del Máster en Producción de Leche de la Universidad de Santiago de Compostela y coordinador del grupo de especialistas en Calidad de Leche Bmast; y el Dr. Raúl Vázquez, responsable global del Servicio Técnico de Vacuno de Bayer.
El análisis de la mesa fue unánime a la hora de destacar la importancia del bienestar animal como mejor inversión de un ganadero en productividad y en calidad del producto. Se señaló como un tema absolutamente prioritario una cuestión de eficiencia, entre otras cosas porque “económicamente no hay margen para errar con la salud de la vaca”, señaló Francisco Sesto, y porque la mayor calidad de la leche es un valor al alza entre los consumidores.
En este campo del bienestar animal, junto a cuestiones más tradicionales como son la intensificación de la producción lechera y sus efectos sobre los animales, se adelantaron nuevos retos centrados en la mejora de la prevención y el tratamiento de enfermedades de una nueva manera, indicó el doctor Raúl Vázquez, porque el veterinario deberá gestionar su encaje entre dos fuerzas de presión: el consumidor que demanda alimentos sanos y libres de residuos químicos, por un lado, y las instituciones que exigen salud animal, por otro. Instituciones, que además, están promoviendo restricciones en el uso de medicamentos.
También hubo acuerdo a la hora de señalar que existe un déficit de comunicación y que todas esas acciones que los ganaderos están haciendo bien no llegan al consumidor, que no tiene una percepción real de la labor de los productores de leche.
Finalmente, se plantearon las nuevas competencias que el veterinario va a asumir en el futuro, y está asumiendo ya, ante la obsoleta figura del asistente clínico. Frente a lo estrictamente patológico, se dibujó una figura de enlace entre explotación y “el exterior”, anticipando al ganadero no sólo problemas sanitarios, sino de otra índole alrededor de su actividad con los animales. Su conocimiento transversal, proveniente de diversas fuentes, junto a la información que le transmite el ganadero de sus necesidades, deberá permitir al veterinario llevar a la práctica sus actuaciones de manera óptima. Según el doctor Pol Llonch, la figura del veterinario evolucionará hacia un perfil de gestor de una explotación: “se le pedirá ser el garante de la integridad de la explotación, más allá de la salud animal. Esto incluye seguridad alimentaria, bienestar animal y medio ambiente”. Todo ello gracias a que, como indicó Sesto, “la capacitación y formación de los veterinarios en España ha dado un gran salto en los últimos 25 años, en todos los aspectos: alimentación, prevención, producción, calidad de leche, etc”.
La importancia de los lácteos
En el tercer debate, que cerró la jornada, participaron Fernando de Antonio Jiménez, director del Departamento de Ganadería de Cooperativas Agroalimentarias de España; Ana Isabel Ceballo, presidenta de la Asociación General de Consumidores; y Emilio de León y Ponce de León, director de Alimentación Animal y Agricultura de la Sociedad Cooperativa Andaluza Ganadera del Valle de los Pedroches (COVAP).
En esta última mesa, se puso el foco en el consumidor como elemento clave para reconocer la gran función de las ganaderías. Desde la Asociación General de Consumidores, Ana Isabel Ceballo reclamó un papel más importante del usuario final. Definió un nuevo perfil de consumidor, con nuevos valores de compra, que está dispuesto a dar el valor justo al trabajo del productor de leche más allá del propio hecho de adquirir un producto al mínimo precio posible como, en su opinión, trata de imponer la distribución a uno y otro extremo de la cadena de consumo. Así, este nuevo perfil estaría, según Ceballo, preocupado por la transparencia, el desarrollo territorial, la seguridad alimentaria, el equilibrio del medio ambiente y las condiciones de los animales y los trabajadores. Un consumidor implicado en la cadena de valor y dispuesto a pagar más por los productos, con conocimiento de causa, eso sí.
Emilio de León, por su parte, descartó situar a la distribución como oponente. Señaló que es un “aliado” e instó a trabajar en los conceptos que van a conformar en el futuro la opinión de los consumidores para revertir la situación. En su experiencia, las expectativas del consumidor frente a los productos lácteos se establecen en torno a cinco conceptos: seguridad alimentaria, calidad, precio, comunicación y transparencia. Y pese a la incorporación de criterios éticos y valores de responsabilidad social en la compra, la realidad que transmite la distribución es que el precio es sumamente crítico en la comercialización, hoy en día.
Entre las dificultades del sector productor y transformador se destacaron el déficit que se arrastra a la hora de transmitir al consumidor la importancia de su labor y el descenso de consumo de leche en España, cuestiones interrelacionadas entre sí, en opinión de Fernando de Antonio Jiménez.
La comunicación de los beneficios de la leche debe convertirse en un reactivador del consumo y, al mismo tiempo, actuar de freno de los bulos e informaciones sin rigor científico que reiteradamente surgen cuestionando el producto y su sistema de producción. Ceballo apuntó al ideal de un flujo de información fluido entre agricultor, ganadero, productor, distribución y comprador. Por consiguiente, comunicar el valor de la producción local y los beneficios que aporta el consumo de proximidad debe ser uno de los objetivos a corto plazo del sector. Y, salvo por una cuestión de financiación, que requerirá acuerdos amplios, debería ser un reto asumible. Existen elementos para juzgarlo así, en tanto que se admitió que la trazabilidad del producto es excelente en España, la mejor de Europa, pero no se traslada a un valor concreto como podría ser identificar frente al consumidor el origen y los beneficios del consumo de la producción local, señaló Fernando de Antonio, que afirmó que falla el productor, pero sobre todo la industria y la distribución.
El cierre de las jornadas estuvo a cargo de Carles Blanco, responsable de Marketing y Operaciones Comerciales del área de Animales de Granja de Bayer, que presentó las diferentes acciones que la compañía realizará en el contexto de la campaña “Ganaderos y veterinarios: especialización, innovación y vocación para una mejor calidad de la leche”, con el objetivo de apoyar a ganaderos y veterinarios del sector del vacuno de leche.
Estas iniciativas incluyen la publicación de un vídeo de dignificación de la profesión ganadera que se puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/ watch?v=k0jqM6CyeE8, la elaboración de un manifiesto de apoyo al sector vacuno de leche al que se han adherido diversos agentes del sector y un vídeo para favorecer el conocimiento de la profesión veterinaria rural. Asimismo se facilitarán recursos como pósteres en los puntos de venta y otros elementos comunicativos digitales para compartir en redes sociales.
DECÁLOGO DE CONCLUSIONES
1.- El sector es crítico con su modelo de estructura; el peso específico se ha trasladado a la distribución y se aleja de productores y transformadores.
2.- La fluctuación en los precios pagados por litro de leche genera situaciones límite en los ganaderos y el cierre paulatino de explotaciones.
3.- El esfuerzo de los ganaderos hacia la profesionalización y productividad no se traslada en valor a los siguientes eslabones de la cadena. La eficiencia de la explotación no tiene una continuidad en la eficiencia del sector.
4.- Se identifica la unión entre ganaderos como su mayor fuerza potencial para mejorar la situación, frente a la contradicción de que el mercado incentiva la competencia entre ellos.
5.- Se destaca la figura del veterinario como gestor y garante de la integridad de una explotación.
6.- La labor del veterinario excede lo clínico y la salud animal y abarca seguridad alimentaria, bienestar animal y medio ambiente.
7.- Retos para el veterinario: mejorar en prevención y en tratamiento de enfermedades de una nueva manera. Se prevén restricciones en el uso de medicamentos e incorporación de nuevas tecnologías en la gestión de las explotaciones.
8.- El bienestar animal como la mejor inversión en productividad y en calidad del producto.
9.- Urge comunicar: Poner en valor el producto, su calidad y sus beneficios, y potenciar los productos locales.
10.- El nuevo consumidor ha incorporado nuevos valores éticos y sociales, y hay que darle la oportunidad de elegir con plena información. Un consumidor informado es corresponsable y elimina la barrera del precio.
La jornada finalizó con un manifiesto que se adjunta en pdf.