Por Antonio Marín
Presidente de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental
El pasado día 23 de febrero, tras penosa enfermedad sufrida desde su inequívoca actitud de cristiano ferviente, Julio nos dejaba huérfanos de su amistad y magisterio, aunque su recuerdo permanecerá siempre entre nosotros.
Tuve el privilegio de iniciar su amistad al comenzar mis estudios de Veterinaria en Córdoba, allá por los años 50 del siglo pasado, al darse la circunstancia de la buena relación que mantenía con una familia en la que yo me integraría años más tarde.
Años después coincidíamos en la puesta en marcha de un proyecto ambicioso, la creación de la entonces llamada Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental, que él lideró desde sus inicios recibiendo en el primer pleno celebrado en Pegalajar (Jaén), el 20 de mayo de 1975, el nombramiento de Secretario General Perpetuo y años más tarde, también en Jaén, el de Presidente de Honor de la entonces Real Academia.
Fue líder indiscutible del proyecto que acababa de nacer, y cuya subsistencia en épocas difíciles Julio se convertiría en el oasis vivificador que la mantuvo fresca y activa, aportando su generoso esfuerzo, sus relaciones personales y, cuando hizo falta, su propio pecunio para mantenerla a flote.
En el año 2005, al presentar su dimisión como presidente, tras muchos años de gran dedicación, fue mi mentor para su relevo proponiendo mi nombre al Pleno de la Corporación, que tuvo a bien concederme su confianza por unanimidad de los votos emitidos a su propuesta.
En estos momentos de tristeza que a todos los que le conocimos nos embargan, siento la obligación de dirigirle un humilde recuerdo que contribuya desde su modestia a perpetuar su memoria.
Afincado en Granada
Nacido en Sevilla el 26 de julio de 1932, estudió Veterinaria en Córdoba, ciudad en la que su abuelo ejercía la profesión de notario y del que me comentaba había heredado la importancia del orden en cualquier actividad. En Córdoba obtuvo más tarde el grado de doctor. Licenciado en Farmacia por la Universidad de Granada, bromatólogo por la UCM, y especialista en Nutrición por el Instituto Nacional Agronómico de París y por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, fue profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas desde 1974, y profesor visitante de la Facultad de Ciencias Agrarias, Veterinarias y Forestales de la Universidad de Chile desde 1983.
Su asentamiento definitivo, profesional y familiar, se produjo en Granada, de la que siempre recordaba su estancia en una de las habitaciones-dormitorio que el Colegio de Veterinarios de Granada, ubicado entonces en la calle Elvira, ponía a disposición de sus colegiados y que sin duda fue determinante para su afecto a dicha institución.
Asistió como pensionado en diferentes centros de investigación, de entre los cuales destacamos su presencia en el Instituto Nacional Agronómico de París (durante los años 1959 y 1960); Instituto Nacional de Investigaciones Zootécnicas de Copenhague (en 1961 y 1966); Instituto de Nutrición FAL de Alemania Federal, en Braunschweing -Völkenrode (1970); Instituto Nacional de Investigaciones Zootécnicas de Francia, en Jouy-en-Josas (1976); en la Universidad de Chile, en el Instituto de Nutrición Tecnología de Alimentos de la Universidad de las Naciones Unidas; en el Instituto Argentino de Investigaciones en Zonas Áridas y en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina; y en varias ocasiones (desde 1979 a 1984) en la Estación Zootécnica Nacional de Fonte Boa, en Portugal.
314 trabajos de investigación
Su producción científica y su labor investigadora, de forma muy resumida, queda acreditada con la autoría de 314 trabajos de investigación en Nutrición y Producción Animal publicados en libros, revistas y actas de congresos, tanto nacionales como internacionales, la dirección de 19 tesis doctorales y su condición de profesor y/o director de numerosos cursos y seminarios sobre Nutrición, en universidades y organismos de investigación nacionales y extranjeros.
Entre otras, hay que destacar su pertenencia y presencia en la Fundación Española de Nutrición (de la que fue presidente al suceder a su maestro el doctor Varela), Sociedad Española de Nutrición, Sociedad Española de Ciencias Fisiológicas, Asociación de Científicos y Tecnólogos de Alimentos de Andalucía, Nutrition Society del Reino Unido... Académico de Número y presidente de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental, académico de Honor de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España, académico de Número de la Real Academia de Medicina del Distrito de Granada y correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina, vocal por elección de la Comisión Científica Nacional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y miembro de la ponencia de Agroalimentación del Plan Andaluz de Investigación. Fue también director de la Estación Experimental del Zaidín del CSIC, en Granada, y de la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC, en Almería; presidente de Sociedad Española de Nutrición y presidente de la Fundación Puleva.
De entre las numerosas distinciones recibidas habría que destacar la de presidente de Honor del Colegio de Veterinarios de Granada, comendador de la Orden Civil del Mérito Agrícola y comendador con placa de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio. Premio “Doctor Marañón 1997” al mejor científico en el campo de la alimentación, así como medalla de Honor del Instituto de Academias de Andalucía, acto en el que tuve el honor de hacer su laudatio.
Su talante humanista, erudición y conversación amena hacían muy fácil la empatía. Siempre dispuesto a prestar su ayuda a quien la precisara sin esperar nada a cambio, quisiera terminar este recuerdo suyo desde la seguridad de que él ya habrá recibido aquel deseo con el que habitualmente cerraba su conversación: “que Dios te bendiga”.