Texto: Lorena Mejías Castaño
Fotos: Maritxu Poyal y Jesús Manuel Vargas
Sábado. El sol se oculta en la Bahía de Cádiz. Sin nubes, sin viento, sin luna, sin guardia... Es la noche perfecta. Maritxu Poyal Viúdez termina su turno en el Centro Veterinario Bahía de Puerto Real. Cuelga la bata sanitaria en el perchero y se coloca el chaleco del Colegio de Veterinarios. Es su uniforme, -bromea-, para hacer lo que más le gusta: contemplar y fotografiar el cielo estelar junto a su compañero, Jesús Manuel Vargas Ruiz.
“Hace poco hemos comprado una cámara nueva y ahora podemos hacer fotos aquí, al lado de la clínica. Eso nos facilita mucho las cosas. Antes teníamos que ir a Benamahoma (en la Sierra de Cádiz), que es el mejor lugar de la provincia para ver y fotografiar estrellas, pero ya no nos hace falta”, nos cuenta.
De hecho, la fotografía por la que la NASA les distinguía el 10 de noviembre de este año con el APOD (Astronomy Picture Of The Day) se tomó en Puerto Real. Es la segunda vez, aunque la repercusión mediática de esta ocasión les ha pillado desprevenidos. “Cuando nos enteramos de que habían seleccionado nuestra foto para la APOD, nos entusiasmamos. Es un reconocimiento muy importante entre los aficionados a la astronomía y nos anima a continuar nuestra carrera. Nos felicitaron los compañeros de la asociación, compañeros del trabajo, la familia… lo normal. Al rato empezaron las llamadas de los medios, las entrevistas en la consulta, la tele… No estoy acostumbrada a estas cosas. Me pongo nerviosa. Me han llamado hasta de Ibiza –su lugar de origen-. Allí han hecho un reportaje también con el tema de la foto. Esta repercusión nos ha desbordado completamente. Pero estamos encantados –sonríe-, muy contentos”.
Gases y filtros
Maritxu reconoce que siempre le ha gustado contemplar las estrellas. “De pequeña, me gustaba observar las constelaciones, buscarlas en el cielo. Más adelante me compré un telescopio, hacía fotos a la luna, pero todo muy básico”. La cosa empezó a ponerse seria hace diez años, cuando entró a formar parte de la Agrupación Astronómica de Cádiz ‘Hércules’. “Ahí conocí a mi compañero, nos juntamos para hacer fotos, empezamos a aprender, poco a poco fuimos ampliando material.” Y así hasta hoy. “Solo podemos ir a hacer fotos los fines de semana que no tengo guardia en la clínica. Además, necesitamos unas condiciones muy concretas: que no haya viento, que esté el cielo despejado, que no haya luna llena”. Quizá por eso, cuando saben que es el momento oportuno para captar la nebulosa que les interesa, hacen todo lo posible para aprovechar la oportunidad. “Hay veces que he salido de la clínica con mi chaleco de veterinaria, nos hemos pasado toda la noche tomando fotos y me he incorporado de nuevo al turno de mañana. Si funciona bien el equipo, puedo permitirme echar una cabezadita en el coche. Otras muchas veces salimos y tenemos que volvernos porque se ha levantado aire, falla algo en el equipo o hay demasiada humedad… Pero cuando todo funciona y conseguimos la imagen... ¡Guau! ¡Merece la pena!”. Le preguntamos a Maritxu la razón. “Porque nos sentimos privilegiados de saber lo que hay allí arriba y poder captarlo. Mucha gente no llega a apreciar y disfrutar de esa inmensidad. Te das cuenta de lo pequeñitos que somos... Nos entusiasma”.
Para conseguir las imágenes, Maritxu y Jesús Manuel primero determinan qué objeto (nebulosa, galaxia, cúmulo…) va a estar toda la noche en el cielo. Si las condiciones son las adecuadas, “montamos el equipo y empezamos a hacer disparos, cada uno de 10 ó 15 minutos con filtros especiales. Cada filtro capta uno de los gases que componen la nebulosa: hidrógeno, oxígeno y sulfuro. Luego en casa, tranquilos, adjudicamos un color a cada uno de ellos (rojo, verde y azul). Al unir todas las imágenes, sale una foto en tricomía. Si no, el universo se ve en blanco y negro, ya que son colores infrarrojos y el ojo humano no está preparado para captarlos. Realmente las imágenes que obtenemos son muy tenues, pero como hacemos muchas y las juntamos, podemos apreciar la nebulosa en todo su esplendor”.
Foto publicada por la NASA.
Maritxu y Jesús Manuel tienen un blog desde el que comparten sus fotografías con el mundo: www.sky-astrophotography.com. La imagen por la que han sido reconocidos con la APOD es de la Nebulosa de emisión IC 405 de la Estrella AE Aurigae, llamada también Estrella Flameante porque, en su interior, la estrella hace brillar tanto los gases que parece estar ardiendo. La foto de Maritxu y Jesús Manuel capta perfectamente esa característica.
Ahora tienen puesto su objetivo en la Nebulosa Rosetta. “Hemos visto que está en posición. Ya la fotografiamos con otro equipo, pero tenemos muchas ganas de hacerle fotos con el nuevo y saber cómo se ve. Así que en cuanto se den las condiciones adecuadas y no tenga guardia, me pongo el uniforme de astrónoma –el chaleco del ICOV Cádiz- y salimos a mirar el cielo”.