Estos profesionales veterinarios realizan el diagnóstico de animales portadores o afectados por los agentes causales, tarea de gran responsabilidad sanitaria en la cadena del control veterinario de las referidas enfermedades.
Las medidas adoptadas podrían comprometer seriamente los programas europeos de control y erradicación de las enfermedades animales y comprometer de manera preocupante la salud pública.
Por ello, el Consejo General de Colegios Veterinarios de España demanda a la dirección de la empresa TRAGSA que reconsidere las medidas adoptadas y readmita a los veterinarios despedidos, para así evitar las consecuencias indeseables que tales medidas podrían ocasionar.