Los veterinarios de Cantabria celebraron su fiesta patronal, San Francisco de Asís, con diversas actividades sociales y culturales organizadas por el Colegio Veterinario, que ha cumplido ya 103 años de existencia.
Este año, la celebración colegial se ha dividido en tres eventos paralelos y complementarios. Para que los más pequeños también pudieran participar de la celebración, unos días antes se organizó una excursión a la cueva de El Soplao, a la que asistió casi un centenar de personas. Los colegiados y sus niños fueron invitados por gentileza de la organización colegial, tanto a la visita guiada al interior de la cavidad, como al viaje en autobús y a la comida celebrada en un restaurante cercano.
El día de la celebración se ofició por la tarde una misa en memoria de los colegiados fallecidos durante este último año, en la parroquia de San Roque, en El Sardinero. Tras la ceremonia religiosa se sirvió un aperitivo de bienvenida en los jardines del restaurante DeLuz, que dio paso un cóctel.
Ese mismo fin de semana, se celebró una comida en el hotel Bahía de Santander a la que fueron invitados los jubilados y colegiados que han cumplido 25 años de colegiación ininterrumpida en Cantabria y a los que se les hizo entrega de la insignia colegial y el tradicional regalo homenaje.